VMware: El problema invisible

El arte de encontrar el problema correcto: Desarrollar, ver, mentes inquietas, dolores y más

Introducción, años 90´s

¿Sabías que en los años 90 las empresas gastaban fortunas en servidores que no podían hablar entre sí? Parece una locura, pero era real: Un solo servidor costaba lo que un carro o coche, y si querías usar Windows y Unix al mismo tiempo, necesitabas dos servidores.

La otra vez vi un dato que me hizo recordar aquellos tiempos: ¡Esos servidores funcionaban de 5 a máximo 15% de su capacidad, y nadie lo veía como un problema!

Pero piénsalo: Es como comprar un Ferrari para usarlo solo para ir a esquina. Un despilfarro gigantesco de capital, energía, espacio y, lo más importante, de potencial.

Tratar de entender y solucionar estas dos «situaciones» fue la chispa de las mayores disrupciones en la historia de la tecnología moderna, justo la que nos permite hoy tener la nube y operar con una agilidad impensable hace unas décadas.

Viaja en el tiempo y ubícate en 1992, eres estudiante de la Universidad, el director de la facultad de informática te pregunta si deseas tu primer trabajo en el área, siendo profesor de matemáticas con 20 años, ni te lo piensas y dices que si.

Clipper: Lenguaje de programación y entorno de desarrollo diseñado principalmente para aplicaciones en el sistema operativo DOS.

Gemini

Imagínate que empiezas a programar en Clipper — recuerda que es 1992 –, luego te envían a una empresa multinacional a programar en C++, luego en Report Writer de Oracle, 11 años después lideras proyectos de TI con colegas de alto rendimento nacionales e internacionales, tu experiencia y conocimientos de 27 años en tecnología, pero especialmente en VMware te llevan a ser consultor, y 18 meses más tarde te enfrentas a 2 pérdidas de empleo por circustancias ajenas a tu voluntad, un país en crisis, con la pandemia a punto de llegar, único proveedor en la familia, un hijo que no ha salido aun de la básica, entre otros.

Hoy, vamos a empezar a desenterrar una historia. Arrancamos una serie especial desgranando los orígenes de VMware, una empresa que, para muchos de nosotros en TI, es sinónimo de virtualización y estabilidad.

Virtualización: Es una tecnología que permite crear versiones virtuales hechas por software de recursos tecnológicos que son físicos. Ej: Un servidor, una tarjeta de red, una memoria y así por el estilo

Pero detrás de su éxito, hay una lección fundamental, como el proceso de buscar un tesoro escondido, un proceso en el que deseo seguir invirtiendo, y al que también quiero invitar: Desarrollar una mentalidad orientada a encontrar el problema correcto.

Justo la mentalidad que permitió a que el equipo de VMware lo encontrara.

El Caos de los Silos Tecnológicos

Silos: Sistemas, departamentos o procesos aislados que operan de manera independiente sin comunicarse ni compartir información con otros dentro de la misma organización.

¿Cómo se sintió el viaje a 1992? Seguro sentiste algo parecido a lo que yo, que lo viví en carne propia, y aunque es cierto que sentí en primera persona la incertidumbre y el miedo a la hora de sostener a mi familia en momentos críticos, pude salir adelante.

El resultado fue que mi mente en TI, es decir, my mentaliTI empezó a cambiar, a transformarce poco a poco.

MentaliTI: Es un juego de palabras entre el término en inglés «mentality» (mentalidad) o mindset como se le llama comúnmente y el acrónimo «TI» (Tecnología de la Información).

Por favor, avanza hasta 1998. Entras a través de una puerta pesada, con una ventanilla de vidrio grueso y sientes el frío del aire acondicionado golpeando tu cara. Escuchas el zumbido de los servidores, cada uno corriendo un solo sistema operativo: Windows NT en uno, Open VMS en otro, Linux en otro.

Son como vecinos que no se soportan, incapaces de hablar entre sí. Eso era lo normal para los tecnólogos de aquel tiempo que trabajaban para empresas de tamaño mediano a grande y no solo mí caso a los 29 años.

Por esos años ya no programaba, coordinaba un equipo pequeño de soporte técnico a Pc´s, pero justo al lado estaba esa puerta misteriosa con el aire acondicionado helado que te mencioné antes.

Dentro del «centro de datos«, que no lo conocía con ese nombre, había un «mainframe» –¡Creo que fue la primera vez que conscientemente veía uno!– operado por colegas que parecían de otra galaxia acostumbrados a ese frio.

Ese fue uno de mis primeros encuentros con los SILOS: Soporte técnico por un lado, centro de datos por otro, sin comunicación, igual que los diferetes sistemas operativos.

SILOS: Sistemas, departamentos o procesos aislados que operan de manera independiente sin comunicarse ni compartir información con otros dentro de la misma organización.

Cada servidor era una isla, dice Diane Greene: «Si querías probar un software nuevo, comprabas otro servidor. Si uno fallaba, todo se caía. Era un dolor invisible, porque en la fiebre de la burbuja de las puntocom, las empresas gastaban sin pensar en eficiencia

Diane Greene: Emprendedora y ejecutiva americana, fue fundadora y CEO de VMware desde 1998 hasta 2008.

Wikypedia

Pensando en voz alta: Si los silos a nivel de sistema operativo fue uno de los problemas en que se enfocó VMware, será que en los silos humanos, entre departamentos, entre personas, ¿Habrá un problema en que enfocarse?

El Dolor de la Incompatibilidad y la Crisis

No se te olvide que estas en 1998, un período de efervescencia tecnológica, pero también de una ineficiencia monumental y poco reconocida.

Imagina a Diane, una ingeniera que parece esa colega que siempre tiene una idea brillante en las reuniones.

Está en Palo Alto, rodeada de cables y monitores parpadeantes. Con su esposo, Mendel Rosenblum, un profesor de Stanford, y están obsesionados con un problema:

¿Por qué Windows y Unix no pueden compartir un servidor?

¿Sientes su frustración mientras pruebas un software y ves otra pantalla de error? «No fue fácil cuando empezamos», diría Diane, según el podcast «Masters of Scale».

Cada servidor extra era un puñal al presupuesto, un dolor que las empresas no veían.

Diane y Mendel hablaron con académicos, administradores, y confirmaron que la incompatibilidad era un problema de alta frecuencia y alto costo.

En una fiesta de Silicon Valley, Diane sostiene su café, pero escucha risas: «¿Software? ¡Eso está muerto!» dicen emprendedores de las puntocom como Pets.com (Masters Scale with Diane Greene). Imagina el nudo en su estómago, sintiendo que nadie entiende su visión.

Nadie, o mejor dicho, muy pocos, entre ellos Diane que yo sapa, no lo veían como un ‘problema‘ real en ese momento.

Era ‘lo normal‘. Era el costo aceptado de operar. Y aquí viene lo interesante, y lo que me hace pensar en mis propias frustraciones, esas que todos hemos vivido en menor o mayor medida.

No fue fácil empesarme a darme cuenta de que, en las empresas donde trabajaba, o incluso con mis clientes de consultoría, Marketing, Ventas y Tecnología vivían en sus propias ‘fortalezas’.

Hablaban idiomas diferentes

Mientras los equipos de TI estaban ‘apagando incendios’ sin saber qué prometían los de Ventas,

Marketing creaba contenido ‘genial’, pero que no se traducía en ventas reales.

¿Les suena familiar? Era un dolor de cabeza persistente, una ineficiencia crónica, una verdadera ‘Locura CorporaTIva’ que drenaba recursos y oportunidades, justo como esos servidores aislados del pasado.

Si las incompatibilidades entre sistemas fue y sigue siendo un dolor, las incompatibilidades humanas por los círculos de competencia descrito por Warren Buffett y Charlie Munger es un hervidero de dolor y oportunidades.

Una óptica difente para abordar el PROBLEMA

Diane Greene y su esposo, Mendel Rosenblum, eran de esas mentes inquietas. En sus conversaciones, en vez de ver simplemente ‘servidores’, empezaron a ver la rigidez, la incompatibilidad, la falta de fluidez.

Según cuenta Diane en Masters of Scale con Reid Hoffman: Mendel describe el panorama global de ese entonces: ‘Tienes a Microsoft, con el monopolio de Windows, y tienes a Intel, con el monopolio de x86’.

Y fue Diane quien tuvo la visión, con su extraordinaria capacidad de ‘mirar de reojo’ –una habilidad que, según ella, perfeccionó compitiendo en regatas, evaluando el viento, las corrientes y a la competencia en fracciones de segundo–.

Ella le preguntó a Mendel: ‘¿Qué pasaría si pudieras introducir una CUÑA ahí?’

No era una cuña para romperlos, sino para unirlos. Para crear un puente invisible entre esos dos mundos incompatibles. La idea era liberar los datos, permitir que la información, las aplicaciones, la inteligencia, circularan sin ataduras de un hardware o sistema operativo a otro.

Crear esa máquina virtual que pudiera hablar con todo y con todos.

¿Se imaginan el impacto? Es como si, de repente, todos los autos pudieran circular por todas las carreteras, sin importar su marca o modelo, y hasta volar si fuera necesario. Una transformación radical de la infraestructura, de lo que creíamos posible.

Cuando Bill Gates y su equipo de Microsoft empezaron a mostrar interés en la investigación de Diane y Mendel, fue una señal clarísima.

‘Cuando Bill te está dando vueltas’, dice Diane, ‘es un indicador muy claro de que has dado con algo’. Así es como tú, al observar a tus clientes o a tu propio equipo, puedes identificar esas ‘señales’: La frustración repetitiva, los procesos lentos, la falta de resultados claros.

La genialidad de VMware fue que, mientras otros se quejaban de los síntomas (¡qué caros son los servidores!, ¡cuántos tengo que comprar!), ellos fueron a la raíz del problema: la incompatibilidad y la rigidez fundamental.

Y en vez de vender un producto, vendieron la solución a ese ‘dolor de cabeza’ invisible y silencioso.

Es cierto que VMware no inventó la virtualización, pero la hizo práctica y masiva, resolviendo un problema que estaba costando miles de millones.

Su historia nos grita una lección fundamental para cualquier emprendedor o líder en general: Desarrollar esa agudeza para ver lo que nadie ve, para escuchar los dolores no verbalizados, para encontrar esa ‘cuña’ o ‘puente’ que lo cambie todo.

Quiero compartir tres dolores que he identificado: Dos (2) en tendencias tecnológicas, Kubernetes y los agentes de IA generativa, y el otro las empresas de tecnología, los silos.

En la próxima entrega, seguiremos analizando a VMware, pero desde una óptica diferente: LA TECNOLOGÍA.

Soy William Téllez desde Venezuela y espero que este primer artículo sobre el análisis de empresas y profesionales tech, también de tecnologías te inspire a impactar y dejar una huella, incluso en tiempos de incertidumbre.

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